Emprendimiento que puede generar divisas capaces de competir en el mercado de productos cárnicos, como lo hizo primero el pollo y luego el cerdo.
Dentro de las producciones animales existe un apartado para las que no forman parte de las especies más conocidas, como bovinos, porcinos y ovinos; y se las encasilla como producciones no tradicionales, como la cría de guanacos, chinchillas, conejos y lombrices, entre otros. Dentro de ellas, en los últimos 21 años, ha tomado una destacada importancia la cría de los lagartos cuya carne ha sido evaluada por el Departamento de Salud de Reino Unido como más saludable que la del bovino, la del pollo y de algunos peces.
“Desde 1987 somos el primer criadero privado de yacaré de Argentina. Ubicados en la provincia de Corrientes, con más de 85 hectáreas de biodiversidad. Somos referentes indiscutidos en el Mercosur, en toda Sudamérica y con importantes exportaciones a Europa y a todo el mundo”, así reza la propaganda por internet del criadero ubicado en Mercedes, Corrientes, llamado El Caimán, a la vez que ofrece todo tipo de productos hechos con la carne y el cuero de este lagarto.
Lo curioso de esto es que desde 1987 la ex Secretaría de Agricultura había prohibido “la exportación, tráfico interprovincial y la comercialización de productos y subproductos”, y recién ahora la Secretaría de Ambiente recorre el camino inverso y la autoriza solo para los criaderos, que funcionan con un sistema denominado “rancheo”, con el cual parte de los lagartos producidos se reservan para su comercialización y el resto es instalado en un medio ambiente adecuado para su desarrollo, manteniendo un equilibrio entre el aprovechamiento comercial de las especies y su conservación a largo plazo en su hábitat natural, además de desalentar la caza furtiva y generar trabajo para las poblaciones locales. Pero, de todos modos, la forma de publicitarse del comercio mencionado no amerita crítica alguna, ya que probablemente se replique en los otros criaderos existentes.
A fin de aclarar el panorama, hay que mencionar que desde 1990 se implementó un plan denominado Proyecto Yacaré, implementado por un veterinario llamado Alejandro Larriera, gracias al cual se quitó de la lista de animales en peligro de extinción a los cocodrilianos, teniendo en incubación unos 15 mil huevos y realizando la crianza de unos 18 mil ejemplares por año.
Con referencia al consumo de carne y sus subproductos, es dable destacar que se faenan más de 6 mil cabezas por año, con una exportación cercana a los 2.500 kilogramos de cueros y varias toneladas de carne; y las provincias que se especializan en su producción son las del litoral. Los criaderos se distribuyen de la siguiente manera: Chaco tiene 1; Corrientes, 3; Entre Ríos, 1; Formosa, 2 y Santa Fe, 1; los tres primeros carecen de frigoríficos, con lo que se ve perjudicado el comercio interno y externo; pero Formosa tiene una producción superlativa que exporta a la Unión Europea y a EE.UU.
Por otro lado, con valores que fluctúan entre $950 y $1.000 el kilogramo, ya que no hay acuerdo de precios, la venta en las carnicerías locales de Corrientes es prácticamente inexistente, por lo cual aquel que quiera disfrutar o conocer el sabor de esta carne -que algunos consideran un manjar en sus variadas presentaciones- debe aproximarse a las zonas cercanas a los criaderos, realizar pedidos por internet o esperar a que los supermercadistas tengan la brillante idea de venderla.
Federico G. A. Zamudio