Claudia Oliveira fue hallada responsable del delito de homicidio culposo, por lo que fue sentenciada a la pena de tres años de prisión en suspenso, y se le estableció la prohibición de conducir cualquier vehículo durante 6 años y de beber alcohol.
Además tendrá que hacerse cargo de los honorarios de los abogados de la madre del niño fallecido y abonar los servicios del letrado que la defendió. El juicio comenzó el 23 de agosto, donde fue acusada de atropellar y matar a Joaquín Acuña, de 8 años, en las puertas de la escuela normal de Santo Tomé.
La automovilista circulaba a bordo de un Fiat Siena, con el que chocó al niño a las 13.10 del 3 de septiembre de 2018, cuando el chico llegaba a la institución escolar donde cursaba el tercer grado.
María Fabiana Acuña, mamá del pequeño, presenció cada jornada y ayer estuvo presente durante la sentencia. La querella pidió cinco años de prisión, la pena máxima para la causa por homicidio culposo en accidente de tránsito. La defensa, en cambio, había pedido la absolución.
“La idea es que se tome conciencia social de que no se puede manejar distraído en una zona donde circulan chicos, aunque lo hagas despacio. Es algo evitable”, expresó Marilú, amiga de la madre del niño fallecido, en declaraciones al Territorio Digital.
Luego del fallo la jueza se dirigió a las partes y recalcó la necesidad de manejar muy atentamente en toda zona donde transitan niños: “Por más que circulen de la mano de la madre, un niño se puede soltar, correr, y ocurre una tragedia”.