El actual gobernador de la provincia de Corrientes asumirá su segundo mandato consecutivo el próximo 10 de diciembre, pero debilitado por el escaso respaldo de la sociedad.
El mandatario ganó las votaciones del pasado 29 de agosto, pero lo hizo con sólo un poco más del 40% de aceptación del electorado.
Esto es, por un lado por la elevada cantidad de personas que no fueron a votar. El las últimas elecciones el 34,6% de las personas habilitadas a sufragar, no lo hicieron.
El abstencionismo es interpretado no sólo como un rechazo a la gestión de Valdés, sino a la falta de llegada del candidato peronista Fabián Rios que obtuvo el 23,25% de los votos totales.
En suma, si se considera la cantidad de personas que no asistió al comicio y a quienes votaron al peronismo, Valdés llegó al cargo con sólo el 42,69% de los votos.
Esto significa que el 57,31% de los votantes no le brindó respaldo, lo que implica que su legitimidad es endeble y los errores que podría llegar a tener podrían poner en riesgo la institucionalidad.
En la baja aceptación del electorado hacia Valdés influirían distintos factores. El económico es uno de ellos, pero tal vez es el que menos impacto tiene ya que la mayor parte de los asalariados son empleados públicos y, aunque sus sueldos son bajos, los pagos se realizan sin atrasos.
Lo que más afectó a la imagen del gobierno provincial es el alto grado de sospechas de corrupción por la falta de información de los actos de gobierno y la cantidad de funcionarios que están involucrados en causas penales.
Uno de ellos es el actual presidente de la Cámara de Diputados, Pedro Cassani, involucrado en una causa por enriquecimiento ilícito. Otro, Ricardo Colombi, investigado por entorpecer un procedimiento narco en 2017 y, el caso más reciente, el del asesor gubernamental Manuel Sussini, actualmente en prisión domiciliaria, acusado de abuso sexual agravado.
Los actos de violencia política, como los ocurridos con el diputado opositor Miguel Arias quien recibió un tiro en pleno acto de campaña, también suma al combo de factores negativos que afectan la gestión provincial.
El narcotráfico es otro de los delitos que tiñen de imagen negativa al Gobierno y debilita a Valdés, esto es por la elevada circulación de estupefacientes en la provincia y la escasa efectividad para enfrentar esta problemática.
Así las cosas, Gustavo Valdés se apronta a iniciar un nuevo período de gobierno al que llegó con el 76,76% de los votos válidos, en lo que se considera “una victoria histórica”.