Al verse descubierto destruyó casi todas las bolsas de cemento a la vista de los policías que esperaban la orden de allanamiento para ingresar a su domicilio.
El hecho se registró el pasado sábado por la madrugada, en un barrio que se construye entre los barrios del sur, Raúl Alfonsín y Madre Teresa.
El sereno declaró que cuando hacía una recorrida le llamó la atención que uno de los obradores se encontraba con las luces apagadas, las que solamente saben manipular los empleados, ya que tiene las llaves en un lugar que no es de fácil acceso. Luego, de manera repentina, se prendieron nuevamente las luces, por lo que hizo una recorrida del extenso terreno, pudiendo ver cuándo abandonaba el predio un auto Chevrolet Corsa, similar al de uno de los empleados.
En ese momento se percató del faltante de unas 30 bolsas de cemento. Por lo que de inmediato le informó a la encargada de la obra, quien en la mañana del sábado realizó la denuncia en la comisaría Segunda de Santo Tomé. Según las cámaras de seguridad, el ladrón tenía un tráiler enganchado a su rodado.
El improvisado delincuente se presentó a trabajar al día siguiente como si nada hubiera pasado, mientras la policía estaba rodeando su domicilio, pero -aparentemente- algún vecino le avisó y se retiró del lugar aduciendo que su mujer estaba enferma.
Cuando llegó a su casa fue requerido por los agentes, quienes le ofrecieron la posibilidad de que entregara los materiales. Dijo que lo pensaría e ingresó a su domicilio, y a la vista de los uniformados prendió la mezcladora y se puso a hacer mezcla, a la vez que quemaba las bolsas vacías. Una vez que la magistrado ordenó el allanamiento los efectivos recuperaron lo que el ladrón no pudo ocupar. Secuestraron el automóvil utilizado para cometer el delito y su propietario fue detenido.