El Tribunal Oral Federal 3 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires obvió analizar una denuncia de posibles vínculos entre policías de Corrientes y bandas narcos, realizada por un testigo de una causa en la que se investigó el tráfico de 15 toneladas semanales de drogas hacia Buenos Aires.
En el fallo en el que se dio fin al juicio de la causa del operativo Sapucay, los magistrados desestimaron un pedido de un grupo de defensores oficiales que advirtieron posibles vinculaciones entre altos mandos de la Policía de Corrientes con al menos una banda narco que operaba en la provincia de Buenos Aires.
Esto surge de la declaración de un oficial de la Gendarmería Nacional, quien sostuvo que en una investigación debió seguir a una mujer, integrante de una banda narco, quien antes de emprender su regreso había ingresado a un edificio de la fuerza de seguridad provincial.
En su declaración manifiesta: “La investigada, María Fernanda Pasos, viajaba a Corrientes, donde se alojaba en un hospedaje y la seguíamos hasta un lugar en la calle Catamarca, donde desaparecía”.
Cuando fue preguntado respecto de ese edificio, Ríos sostuvo: “Es una casona que está en la calle Catamarca, donde funciona la Dirección de Toxicomanía de Corrientes”.
Respecto a esto, los abogados que intervinieron en el juicio habían pedido que se investigara este hecho, pero, finalmente, cuando se redactó la sentencia, los jueces, Marcelo Pelloni, Feliciano Ríos y Carlos Bernial, no consideraron esta situación y obviaron pedir que se averiguaran estos vínculos.
La situación generó suspicacias, ya que en la misma causa fue condenado un efectivo de la Policía de Corrientes -acusado de proteger narcos y esconder droga en la comisaría de Itatí- y dos efectivos de la PFA, vinculados a redes criminales.