Los montículos de basura de acumulan en las esquinas de la ciudad de Corrientes, ante el deficitario servicio de recolección de residuos que, además es privado y carece de total control de la autoridades municipales.
Los desperdicios se esparcen en todas las calles, tanto el centro como en la periferia, como una postal repetida de una ciudad abandonada y sin gestión estatal local.
“Pagamos los impuestos y el municipio no nos asiste”, es la queja constante de los comerciantes que ven cómo sus negocios son afectados por la falta de higiene en la vía pública.
Los montículos son foco de contaminación y los desperdicios que son desparramados por perros callejeros y caballos sueltos, luego van a parar a los desagües que resultan bloqueado por los residuos e imposibilita que se escurra el agua durante días de lluvia, provocando inundaciones.
Actualmente, según la Unne, la ciudad de Corrientes genera un total de 1.700 toneladas de residuos por semana. Gran parte de ella no es recolectada.