La jueza de menores Pierina Ramírez interviene en la investigación del abandono de un niño de tres años que fue rescatado de un departamento ubicado en la calle Santa Fe al 1400.
La letrada sostuvo que, tras el allanamiento a la vivienda de donde fue rescatado el niño, “la progenitora ofrece su explicación, que podría ser entendible o no”, en relación a que supuestamente estaba en su lugar de trabajo.
Además, aseguró: “Hay una investigación penal para ver si se identificó el delito con el cual se la está incriminando y, en lo que a mí respecta, su calidad de madre, esta es una vara alta, porque los derechos del niño necesitan que sean medidos con esa vara, para poder determinar si está en condiciones para continuar cuidando al niño”.
La imputación, en un primer momento, sería por abandono de personas, y cabría un agravante por su calidad de progenitora.
Asimismo, sostuvo que esta situación está en análisis, porque “la madre no se encontraría apta para continuar con el cuidado del menor”, por lo que el niño fue ubicado en el hogar de niños Tía Amanda.
En el contexto de la investigación se pudo hallar a los familiares de la mujer investigada. Una vez ubicados, se les realizaron entrevistas con profesionales, pero los resultados “no fueron satisfactorios, y hoy (ayer) se presentaron otros familiares”.
Lo que se busca, desde la Justicia, es hallar a personas del grupo familiar que estén en condiciones de ejercer el cuidado personal de la criatura.
La jueza sostuvo: “Es un niño muy chiquito. Estamos hablando de un niño alojado en una institución, pero podríamos estar hablando de una situación más trágica”, remarcó, deslizando la posibilidad de que, de no haber sido rescatado, el menor pudo haber fallecido encerrado.