Los granos iban a ser destinados al contrabando hacia Brasil. Gendarmes decomisaron dos camiones cargados con oleaginosas.
Dos camioneros, que circulaban desde Córdoba hacia Misiones con vehículos en el que trasladaban soja, fueron demorados y, tanto los rodados como la carga, sacados de circulación por la Gendarmería Nacional Argentina.
Ocurrió después de que los gendarmes detectaran que la carga carecía de documentos que demostraran su origen legal, pero, además, porque los permisos para el transporte eran falsificados.
El operativo se realizó el sábado, pero trascendió en las últimas horas por medio de un comunicado de la Dirección de Comunicación Institucional de esa fuerza de seguridad.
Oficialmente se informó que el operativo tuvo lugar cuando personal de la sección Itá Ibaté, dependiente del Escuadrón 47, cuya base se halla en la ciudad de Ituzaingó, se encontraban desplegados sobre el kilómetro 1147 de la ruta nacional 12, hasta donde llegaron dos camiones cargados con granos de soja y con acoplados.
Fuentes de la misma fuerza de seguridad informaron que ambos provenían de la localidad de Gutenberg, departamento de Río Seco, provincia de Córdoba, con destino final en la ciudad de El Soberbio, Misiones, ubicada a la vera del río Uruguay, uno de los lugares considerados de alta circulación de granos de contrabando hacia Brasil.
Los efectivos de la fuerza de seguridad solicitaron las cartas de porte, y mediante una consulta al Sistema de la Administración Federal de Ingresos Públicos de la ciudad de Resistencia, surgieron irregularidades en el número de estos documentos que habilitan el transporte automotor de granos. Los funcionarios que intervinieron en el caso determinaron que los papeles eran apócrifos, por lo que tomaron contacto con el Juzgado Federal 1 de Corrientes.
De esta manera, los gendarmes decomisaron un total de 56.000 kilos de soja, ya que estaban en infracción a la ley de régimen penal tributario, y secuestraron los dos rodados, quedando ambos ciudadanos supeditados a la causa, pero en libertad a disposición del juez federal.
Según el ministro de Gobierno de la provincia de Misiones, Marcelo Pérez, la cantidad de soja que es pasada ilegalmente a Brasil representan cifras millonarias que dañan el patrimonio fiscal. “Estamos hablando de volúmenes que transportan unos 400 camiones por semana que ingresan repletos de soja y que la evasión impositiva genera una gran pérdida al Estado nacional”.
Actualmente en Brasil se paga unos 485 dólares la tonelada de soja, y como los granos son llevados por fuera del mecanismo legal, no pagan impuestos. Si al hacer la conversión se considera que el precio oficial en Argentina de un dólar es de $94, se puede deducir una ganancia total de $45.590 por tonelada.
A la misma cantidad, es decir, mil kilogramos de soja, en el mercado legal de Argentina se paga unos $32.000 a lo que hay que descontar cargas impositivas.
Para evitar el pago de impuestos y ampliar la ganancia, los empresarios sojeros invierten grandes cantidades de dinero en trasporte, alquiler de terreno, falsificación de documentos y mano de obra para mandar por puertos clandestinos ese producto.
