Una organización de contrabandistas pretendía pasar el cereal hacia Brasil, por el río Uruguay, en la provincia de Misiones.
Unas once toneladas de maíz que iba a ser transportado por agua hacia Brasil fue secuestrada a la vera del río Uruguay en la provincia de Misiones en un procedimiento que realizó la Prefectura Naval Argentina y que derivó en la detención de dos sospechosos.
El operativo se concretó cuando Personal de la Prefectura Naval Argentina detectó la maniobra de traslado de la carga en el contexto de una investigación.
La institución mantienen una fuerte presencia en la zona costera con el fin de neutralizar delitos económicos vinculados con la evasión fiscal, infracciones del Código Aduanero y el ingreso y egreso de alimentos y mercadería por pasos no habilitados, por lo que llevó adelante una acción para impedir la acción de contrabando.
La operación fue realizada en la localidad misionera de El Soberbio.
Esta ciudad es el centro de las maniobras de contrabando y, se sospecha, que las autoridades gubernamentales locales están vinculadas a las organizaciones delictiva.
Las organizaciones operan en esa zona porque allí que el río Uruguay es bajo y en algunos tramos se puede pasar a pie los 300 metros que separan Argentina de aquel país.
En ese lugar, una vez más, los efectivos de la Prefectura realizaron el decomiso de cereales. Se trata de casi once toneladas de maíz que fueron interceptadas a orillas del río Uruguay, mientras eran manipuladas por varias personas.
Los efectivos de la Autoridad Marítima incautaron 274 bolsas del cereal y lograron identificar a dos de los infractores.
La mercadería, valuada en más de 250.000 pesos, fue puesta a disposición de la Dirección General de Aduanas de Oberá (Misiones)
La soja llega a Misiones desde las provincias productoras, desde donde salen camiones cargados y que en ocasiones cuentan con documentación falsa para justificar el traslado.
Una vez en la provincia se acopia a granel y para descargar los vehículos se contrata a pequeños productores agrícolas y personal rural para que realicen el trabajo de forma manual.
Toda la tarea se realiza siempre de noche.
Luego de este acopio, los porotos de soja se cargan en bolsas de 50 kilogramos, que luego son preparadas para ser enviadas a Brasil.
Para esta tarea se contratan a obreros rurales a los que se les paga hasta $2.000 por día.
Una vez acopiadas, las bolsas son cargadas en camiones que circulan en caminos rurales, acondicionados -generalmente con máquinas de las Municipalidades- y se llevan hasta la vera del río Uruguay.
En la costa existe un sistema de rampas por el que se deslizan las bolsas hacia las balsas precarias con la que las cruzan a Brasil.
Para realizar toda esta tarea, las organizaciones de contrabando pagan entre 2.000 y 3.000 pesos por día a los peones rurales.