Home Justicia Un “Ninja” misionero, procesado por el tráfico de 9.500 kilos de marihuana

Un “Ninja” misionero, procesado por el tráfico de 9.500 kilos de marihuana

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Está sospechado de integrar una organización narco internacional. Lo apresaron en Ituzaingó cuando planeaba el tráfico de un cargamento de drogas. Ya entonces, lo buscaban por haberse robado un avión en Entre Ríos.

El juez federal Juan Carlos Vallejos resolvió procesar a tres hombres acusados de haber ingresado al país un poco más de nueve toneladas y media de marihuana con intenciones de trasladarlas en un camión, presuntamente a Buenos Aires.

En la resolución confirmó la prisión preventiva a dos de ellos, mientras que al tercero lo consideró partícipe secundario, por lo que le otorgó la libertad haciendo lugar así al pedido del abogado defensor Jorge Adrián Barboza.

El letrado había hecho notar que el imputado colaboró con la investigación, aunque no se hallaba en el lugar donde se  encontró uno de los cargamentos más importantes de droga de la historia incautados en la provincia de Corrientes.

La defensa del imputado sostuvo también que la imputación solo se basa en indicios surgidos de la aparición de documentación con su nombre dentro de un rodado secuestrado y que no acreditan vínculo con la actividad ilegal.

La investigación del caso comenzó en 2018, pero el 8 de febrero 2019, alrededor de las 13.20, la Prefectura Naval Argentina efectuó uno de los procedimientos de incautación de marihuana más importantes -en cantidad- de la Región del Nordeste Argentino.

Ese día en inmediaciones del lugar conocido como “Campo de Ríos”, ubicado a la altura del km. 1272 de la Ruta Nacional Nº 12, en Ituzaingó, habían montado guardia porque tenían el dato que en épocas de carnaval se realizaría el traslado de un importante cargamento de drogas.

Los investigadores estaban ocultos y vieron que llegó al lugar un hombre quien intentó abrir la tranquera de la estancia “Campo de Ríos”. Aparecieron sorpresivamente y el sospechoso salió a correr por el campo, pero lo apresaron preventivamente.

La vigilancia continuó y fue así que minutos después llegó una camioneta 4×4. Descendieron dos hombres y el vehículo regresó por la Ruta Nacional 12 rumbo a Posadas.

Los recién llegados saltaron la tranquera e ingresaron al predio por un sendero entre plantaciones de pino, pero también fueron sorprendidos.

Ambos corrieron por el bosque y uno escapó, pero el otro llegó a una casa donde intentó refugiarse. Los os efectivos de la fuerza nacional esperaron la orden del juez y lo apresaron.

Mientras tanto realizaron una inspección en la zona y fue así que a pocos metros de la vivienda encontraron un poco más de 9.000 kilogramos de marihuana.

En el lugar también un camión con habilitación para circulación internacional.

El camión y la droga fueron trasladados al corsódromo de Ituzangó. El afán de la entonces ministra de seguridad Patricia Bullrich de poner un sello marketinero a una acción de la PNA, la llevó a dar el nombre de “Comparsa Narco” al operativo, algo que generó polémica porque nada tenía que ver la investigación con los festejos de carnaval, salvo la payasesca aparición de la funcionaria para sacar rédito político de una investigación judicial.

Banda internacional

Uno de los detenidos es de  nacionalidad Paraguaya, Gaspar Alderete Núñez; el otro, argentino, de origen misionero pero radicado en Corrientes. Quienes lo conocen lo llaman “Ninja”.

En el expediente este último fue identificado como Valentín Ramírez quien luego de haber sido privado de la libertad sostuvo que había estado en las filas de la Prefectura Naval. Por ello que pidió al juez de la causa que lo alojen en una Unidad de la Gendarmería Nacional.

El tercer implicado es un camionero. Se trata del hombre que había conducido el camión incautado desde la ciudad brasileña de Foz do Iguaçú hasta la localidad argentina de Puerto Iguazú.

El conductor Rodrigo Ferreyra, está domiciliado en Posadas, pero es oriundo de la provincia Santa Fé. Está acreditado que el día en que hallaron la droga se encontraba en Tucumán hasta donde trasladó un camión cargado con pasta celulósica.

Casi dos años después, el este chofer quedó en libertad, pero el juez le negó la excarcelación a los otros dos implicados en la causa.

El letrado Jorge Adrán Barboza, quien defiende al camionero, R. Ferreyra había hecho notar que el imputado colaboró con la investigación aunque no se hallaba en el lugar donde se encontró la droga. Sostuvo también que la imputación solo se basa en indicios surgidos de la aparición de documentación con su nombre dentro de un rodado secuestrado y que no acreditan vínculo con la actividad ilegal.

El imputado, está domiciliado en Posadas, pero es oriundo de la provincia Santa Fé. Está acreditado que el día en que hallaron la droga se encontraba en Tucumán hasta donde trasladó un camión cargado con pasta celulósica. Esperará el juicio en libertad y que había ingresado al país proveniente de Brasil a bordo del camión que fue incautado junto a la droga. Pero que había entregado el rodado a un tercero, un hombre que aún está prófugo.

Luego el camionero, abordó un camión blanco, cargado con celulosa y viajó al Norte Argentino, donde se hallaba cuando incautaron la droga.

Dado que en la investigación no se lo pudo relacionar con el tráfico de drogas ni estuvo en el lugar del operativo, Barboza logró que el juez considere a Ferreyra como partícipe secundario y que lo libere.

Un “Ninja” entre drogas y cigarrillos

El ex prefecturiano Valentín “Ninja” Ramírez estaba a cargo de una investigación relacionada con el tráfico de cigarrillos desde Paraguay, pero se descubrió que tenía vínculos con las bandas investigadas y por ello fue exonerado de la fuerza.

Luego de esto, se sospecha, se sumó a la organización del tráfico de drogas desde Pedro Juan Caballero a Brasil y Argentina.

Para ello las organizaciones se valen tanto de camiones como también de aeronaves.

Es por ello que el 21 de febrero de 2017 el “Ninja” llegó con un grupo de cómplices hasta el aeródromo de Victoria y abordó un Cessna 182 con la excusa de realizar un salto en paracaídas como parte de una despedida de soltero.

Apenas la aeronave se puso en marcha, los hombres encañonaron al piloto y lo obligaron a bajar. Al mando de la operación estaba Ramírez con la colaboración de Darío Roas, Héctor De Lima, Darío Crocco y Daniel Sánchez Bareiro.

Aquella tarde, el paraguayo Daniel Sánchez Bareiro, se hizo cargo de la aeronave robada y el grupo voló con rumbo hacia el Norte. El objetivo era llegar a Paraguay.

La suerte fue escasa. El pequeño avión se quedó sin combustible y se precipitó en los Esteros del Iberá pero todos sus ocupantes resultaron ilesos.

Salieron de la aeronave, fueron a una Comisaría y pidieron a los policías correntinos que los acerquen a un poblado porque, dijeron, estaban desorientados tras salir a pescar. Los efectivos los llevaron en una camioneta hasta una zona poblada y ahí desaparecieron.

Fueron detenidos uno a uno. Algunos murieron.

Roas fue detenido el octubre de 2017, cuando intentó pasar por el puente internacional Posadas-Encarnación, unos 5 kilos de cocaína. En tanto que Héctor De Lima lo apresaron en Posadas, días después.

Una numeraria de Interpol lo conectó por la red social Facebook y fingió querer tener un encuentro íntimo con él y lo citó en la estación de transferencia de colectivos. Lo cercaron y cayó.

A Darío Crocco lo apresaron el Rosario. Los cruces de llamadas con sus cómplices lo delataron. Un juez mandó allanar un departamento, donde lo detuvieron.

El final trágico de Daniel Sánchez Bareiro era el fin anunciado de una crónica sangrienta. Tenía deudas con otras bandas criminales y el 3 de diciembre de 2017 sus acreedores decidieron cobrarse.

Cerca de la medianoche de ese día, el muchacho de 29 años bebía cervezas en la calle, frente a una cancha de vóley del barrio La Amistad, en la localidad paraguaya de Cambyretá. Pasó una moto con dos hombres que abrieron fuego a mansalva con una pistola calibre 9 milímetros y una escopeta calibre 12. La muerte lo encontró antes que Interpol.

Sólo quedaba apresar al “Ninja” que, como sugiere su apodo, es de difícil localización. “Ya sé que perdí, que voy a quedar preso por mucho tiempo”, dijo Ramírez cuando lo detuvieron en Ituzaingó.

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