“La realidad supera a la ficción”. Es una frase que habitualmente es oída en los pasillos de tribunales y redacciones de diarios. Y es que más veces de las que se quisiera, en el día a día ocurren hechos muy parecidos a las escenas de películas.
Es el caso de “Los Intocables”, una película de gánsters en las que Jim Malone (Sean Connery) un policía que patrulla de noche las calles de Chicago aconseja a un novel investigador que buscaba apresar al capomafia Al Capone (Robert De Niro) que, para descubrir las actividades criminales debía ser muy observador y detectar los detalles mínimos.
La escena parecer repetirse, pero en lugar en de gran cuidad estadounidense, es la calle Yedros del barrio Santa Rita de la Capital correntina, a unos 600 metros de la Ruta Provincial 5.
Este policía, designado a las patullas motorizadas de prevención del delito advirtió que en un salón de fiestas que se hallaba cerrado por la pandemia de coronavirus, había movimientos durante toda la jornada.
La primera hipótesis fue que allí se comercializaban bienes robados, porque quienes se acercaban habitualmente se retiraban con electrodomésticos. Y fue ese detalle lo que disparó la investigación.
El titular de la Dirección de Seguridad Metropolitana de la Policía de Corrientes, Ramón de la Cruz Barrios reveló que la investigación que llevó cuatro meses inició cuando los numerarios asignados para realizar recorridas preventivas notaron una rara actividad en un salón de fiestas que se halla inactivo.
En un primer momento la sospecha fue que allí se vendían electrodomésticos y vehículos robados, pero a medida que sumaron datos, lograron descubrir que se trataba de una organización que, además de esta actividad, también realizaba actividades de narcotráfico y la venta de mercadería ingresada de contrabando al país.
“El personal que hace recorrida en la calle descubrió esta fachada y resultó en este operativo importante porque se sacó de circulación una gran cantidad de estupefacientes”, sostuvo el oficial a cargo de la coordinación de las Unidades policiales en la Capital correntina.
Lo que se pudo determinar es la existencia de una organización “poli rubro”, que además de la venta de drogas ejecutaba robos a viviendas, sustracción de vehículos y asaltos callejeros.
La sospecha surge debido a que, mientras un grupo de efectivos investigaba la venta de cosas robadas en ese lugar, los datos obtenidos coincidieron con los que tenían los detectives especialistas en narcotráfico. Ambos grupos, a su vez, se encontraron que a esos mismos sospechosos se los buscaba por robos de motocicletas y asaltos.
Es así que, luego de unificar los datos, se realizó el allanamiento en el que incautaron 50 paquetes de marihuana que arrojaron uno 30 kilogramos; 1,700 kilogramo de cocaína; 3.922 atados de cigarrillos de origen paraguayo, un revolver calibre 32 y una pistola calibre 38, además de proyectiles.
También se secuestraron cuatro motocicletas de alta cilindrada, presuntamente robadas; un automóvil Honda Civic, otro Volkswagen Golf y una camioneta Volkswagen S-10 “preparada para el transporte de drogas, al igual que un automóvil Volkswagen Gol, también acondicionado para ese fin”.
En el lugar también hallaron televisores led, un horno microondas, una cafetera, una soldadora eléctrica, una hidrolavadora y una cocina, que serían sustraídos.
Los cuatro hombres detenidos fueron encausados en la Justicia ordinaria por reducción de bienes robados, mientras que en la Justicia Federal se los investiga por tráfico de drogas y contrabando.